La depilación con electrólisis consiste en insertar una aguja fina en el folículo piloso, que aplica una corriente eléctrica a la raíz del folículo, individualmente.
Sus aplicaciones más comunes son las cejas, barbilla, labio superior o perfil facial.
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¿En qué consiste la depilación eléctrica?
Consiste en la eliminación de las células germinativas, que son aquellas células capaces de producir un nuevo pelo. Para ello se introduce a lo largo del folículo piloso (el folículo piloso es una apertura natural de la piel que alberga el pelo) un fino filamento metálico a través del cual se hace pasar una pequeña cantidad de energía, de intensidad y tiempo adecuado al tipo de pelo y área tratada. Energía suficiente para destruir las células capaces de generar nuevos folículos. De esta manera conseguimos destruir el folículo piloso y que el pelo no vuelva a crecer jamás.
Es importante señalar que el filamento nunca llega a perforar la piel, sino que se desliza junto al pelo hasta llegar al folículo. Si la inserción se realiza correctamente no se debe sentir.
¿Para quién es adecuada este tipo de depilación?
La depilación eléctrica es eficaz para tratar cualquier tipo de pelo, ya sea fino, grueso o rizado, y de cualquier color (blanco, rubio, pelirrojo, castaño o negro).
- Se puede utilizar en cualquier tipo de piel sea cual sea su color (blanca, morena, bronceada, negra).
- Es la mejor opción en zonas faciales como el mentón, lados de la cara, labio superior, cejas, patillas, etc.
- También está especialmente indicada para la depilación del vello que surge en zonas como las areolas, escote o la línea alba.
- Es la única solución para la eliminación el vello rubio, poco pigmentado o blanco que la fotodepilación con IPL o LASER no es capaz de eliminar.
- Es ideal también para todas aquellas personas a las que, después de someterse a un tratamiento de fotodepilación LASER o IPL, no han obtenido los resultados deseados.